viernes, 29 de junio de 2012

Lugar escondido.


No estoy seguro de dónde me encuentro.
No sé en qué parte se haya mi alma.
Sólo sé que se han entrado unos títeres para danzar sobre mi escenario.
Os sugiero que nos vayamos a un lugar escondido.
Podremos irnos al más recóndito de los lugares, donde no nos hallen nunca en sus míseras vidas.
Este sentimiento es el más bellísimo y fragilísimo de los que se encuentran aún en la Humanidad, y en la Providencia.
Siempre ostentaba a un encantamiento que lo hacía invisible.
Ahora ese manto se halla en el aire, en el pelo de él, en los ojos de ella.
¡Vayámonos a un lugar escondido!
Recóndito en las montañas, oscuro en las profundidades, lánguido en las maneras, decaído en la sonrisa.
Podremos encontrar ese lugar escondido.
Todos lo tenemos, todos queremos encontrar ese lugar escondido.
Como la cultura apoya a la vida, y la vida apoya a la cultura, es donde se encontrará ese lugar escondido.
Las palabras crean una mentira evidente, y una verdad sobrenatural comprensible.
Una cuerda rota de una guitarra que es reparada para darle función a la cuantidad de llamadas.
Estoy tan cercano al dolor, estoy tan cercano al lugar escondido.
Impetuoso e inquisitivo el lugar escondido.
Un lugar que teme a la fusión.
El lugar preferido de Narciso para encontrar la perfección.
Hallarse a sí mismo en otra persona, y conseguir un patrón físico para poder besarse a sí mismo.
Es lo más durísimo y fragilísimo que ha atisbado ver.
Su Providencia a veces le hacía cegarse.
Aún tiene miedo.
Un conjuro de protección divina.
Ese lugar escondido es la fusión de das almas.
¿Cómo dar un alma al alma egoísta, el alma egocéntrica?
¡Libera tu lugar escondido!
No temas esconderte la médula del lugar escondido.
¿Sabrán acaso ellos lo que es el lugar escondido?
¿Sabrán lo que sugiere vivir en un lugar escondido?
Si queremos irnos a ese lugar escondido, ¿debo dejar de esconder mi paraíso oculto?


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