domingo, 22 de abril de 2012

Matrimonio homosexual.


Matrimonio homosexual: el término que se designa para la unión entre dos personas del mismo sexo.


Lejos de lo mórbido,morboso,pecaminoso,placentero que muchos pueden encontrar este término, haré hincapié en lo fundamental de por qué se deben mantener estos matrimonios.
Desde hace unos décadas, la homosexualidad se dejó de considerar una enfermedad o trastorno mental en aquellos países que han logrado conseguir una ciencia e intelectualidad avanzada (aunque esta última afirmación puede ser divergente en muchos países en los que ocurrió esto). Una vez quitada la raíz, ya no hay patata.
Pero ahí no acabó todo. El movimiento LGBT quería reconocer la importancia de su derecho a contraer matrimonio, ya que una vez que ya eran considerados personas normales, querían ser considerados así en todos los aspectos administrativos.
Es muy importante que se entienda que el matrimonio, en la actualidad estatal, de Estado, administrativo, es simplemente un contrato que beneficia a dos personas, aunque su origen pueda venir de la máxima expresión de unión entre dos personas.
¿Por qué si vivimos en un estado aconfesional tenemos que hacer caso de lo que diga la Iglesia? Debemos recordar que dos heterosexuales pueden estar casados perfectamente sin pasar por el altar. Los homosexuales (no todos) quieren casarse por lo civil, no le están pidiendo a Don Hitler Vol. II, quiero decir, Ratzinger, que les casen los curas(aunque, increíblemente, hay homosexuales que desean esto).
Con el término matrimonio homosexual se logran varias cosas:

  • Igualdad de derechos para los homosexuales
  • Que la Iglesia y el Estado estén completamente separados y sean independientes unos de otro, ya que para el matrimonio en España(como en muchos otros países) no es necesario pasar por el altar.
  • Que no haya discriminación para ningún colectivo.
  • Más beneficio económico al permitir a más personas casarse.
Os pueden gustar más o menos los gays, pero si les acuñamos el término de "hombres que pierden mucho aceite" estamos generalizando. Es más, este tipo de homofobia es, a la vez, una homofobia selectiva, ya que no discrimina a los gays, sino a los hombres afeminados (ya que no es lo mismo, y hay hombres afeminados que no son homosexuales). Esto ocurre en la misma instancia con las lesbianas, o "mujeres tipo leñador". No todas las lesbianas se sientan como un buen macho que conduce un camión y llega a un bar y se sienta virilmente a beber cerveza.
Es importante reconocer que la Iglesia tiene todo su derecho, como organización selectiva, a no casar a los homosexuales, pero no tiene que entrometerse en lo que un Estado decide para con sus ciudadanos. Puede dar su opinión, pero ésta no tiene que estar vinculada a la actuación del Estado. Por esto, es muy importante que se sigan manteniendo estos matrimonios, para hacer clara aunque difícilmente una diferenciación de que en un Estado separado de Iglesia, ésta última no tiene que decidir lo que tiene que hacer éste último.
No entraré en descalificaciones contra la Iglesia, porque ella misma se está quedando obsoleta en una sociedad morbosa, caprichosa, individual, violenta e introspectiva que cada vez necesita menos el poder de una Entidad superior que le dicte qué hacer con su vida.




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